Cipriniformes (Cypriniformes)
Introducción
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Los cipriniformes (Cypriniformes) son un orden de peces teleósteos con más de 6.000 especies dispersas por algunos continentes, presentando una enorme diversidad en el sureste de Asia, pero no existen en Australia ni en Sudamérica. Habitan casi exclusivamente en aguas dulces. Algunas de ellas son objeto de cría y muy conocidas por su cromatismo.
Se caracterizan por tener una aleta dorsal simple, aunque muchos de los órdenes tienen una segunda aleta adiposa. También algunas especies tienen dientes faríngeos.
Sistemática
Los cipriniformes, tal y como se los definía hasta hace poco, eran un grupo parafilético, por lo que los recientemente creados órdenes Gonorhynchiformes, Characiformes y Gymnotiformes fueron separados para así constituir varios órdenes monofiléticos.
El orden contiene seis familias y unos 320 géneros con miles de especies.
Las familias se agrupan en dos subórdenes, de los cuales el Cyprinoidea es el más primitivo:
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Superfamilia Cobitoidea:
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Subfamilia Balitorinae
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Subfamilia Nemacheilinae
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Catostomidae - peces chupadores​
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​​​Subfamilia Catostominae
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Subfamilia Cycleptinae
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Subfamilia Ictiobinae
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Cobitidae - lochas
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Subfamilia Botiinae
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Subfamilia Cobitinae
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Gyrinocheilidae - peces come algas
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Superfamilia Cyprinoidea:​
Cyprinidae - carpas, carpines y barbo.
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Psilorhynchidae
Cypriniformes es el orden más primitivo de los Ostariophysi, no solo por las evidencias fisiológicas sino también por su gran distribución mundial, lo que indica que han tenido más tiempo para dispersarse.
Los primeros cipriniformes debieron divergir de los Characiformes hace aproximadamente 250 millones de años.
Además debieron originarse en el sudeste de Asia por la enorme diversidad que presentan allí.
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Importancia para el hombre
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Este orden de peces es importante por dos motivos. En primer lugar es una importante fuente de alimentación en algunos países, sobre todo en Europa y Asia. Pero es que además son importantes en acuariología, como es el caso del pez dorado. A veces se han reintroducido carpas accidentalmente o deliberadamente, lo que suele producir un importante impacto ambiental sobre los peces autóctonos, pues su costumbre de remover el fondo marino en busca de alimento enturbia el agua, impidiendo la fotosíntesis de las algas y afectando así a toda la cadena trófica.