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5.2.4 Unidades de cría de jaramugos y producción

 

Los objetivos de la sección de cría de jaramugos y producción son: a) criar jaramugos y pececillos de buena talla para distribuirlos a los piscicultores; b) preparar reproductores para el futuro; c) criar peces donantes de glándulas pituitarias y d) producir peces para la venta, en caso necesario.

 

Los estanques de cría de jaramugos y los estanques de producción se utilizan en general en régimen de policultivo.

 

Las actividades de propagación de las secciones de incubación y alevinaje no duran de ordinario más de 5–6 meses, mientras la sección de cría de jaramugos y producción funciona todo el año. Los costos de la producción de jaramugos pueden reducirse si la piscifactoría produce las glándulas pituitarias que necesita, criando peces donantes y produce además peces comercializables.

 

Los estanques de la sección de cría de jaramugos y producción se construyen de ordinario igual que los estanques normales de producción: sus dimensiones varían entre 0,5 y 1,0 ha y ocupan una superficie total de 2–3 ha.

 

La superficie total necesaria para una piscifactoría y centro de distribución de semilla y para cada una de las secciones que la integran es la siguiente:

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En general, para construir una piscifactoría y centro de distribución de semilla de dimensiones medias se necesitan 10–15 ha de terrenos adecuados.

 

5.3 Piscifactorías de una sola especie y de varias especies

 

El desarrollo de la técnica de hipofisación ha hecho posible el establecimiento de piscifactorías y centros de producción modernos, en los que pueden propagarse una o varias especies de peces, según las necesidades de los piscicultores. Las piscifactorías que se ocupan de varias especies son esenciales por las razones siguientes:

 

  1. Para poder utilizar las técnicas modernas y rentables de cultivo mixto y combinado es preciso disponer de semilla de varias especies con distintos hábitos alimentarios.

  2. Las mismas instalaciones y el mismo equipo pueden utilizarse para distintas especies de peces, dado que las técnicas de propagación son fundamentalmente las mismas para la mayoría de las especies.

  3. Si se propagan diferentes especies de peces, la piscifactoría puede operar durante más tiempo, porque las temporadas de propagación de las diversas especies cultivables no coinciden exactamente.

  4. Si por cualquier razón no se consigue propagar una especie, la piscifactoría puede de todas maneras funcionar eficazmente dedicándose a la propagación de otras especies.

  5. El personal especializado de la piscifactoría puede estar siempre ocupado, porque en una piscifactoría de varias especies bien organizada tendrá trabajo suficiente durante todo el año.

 

A pesar de cuanto se ha indicado, son muchas las piscifactorías que se dedican a la propagación de una sola especie, en particular: trucha (arco iris y de fontana), coregónidos (Coregonus lavaretus, C. albula), lucio (Esox lucius), lucioperca (Stizostedion lucioperca), esturión (Acispenser spp.), bagre de canal (Ictalurus punctatus) y tilapia (Tilapia spp.) Las piscifactorías de tilapia se dedican a la producción de híbridos monosexo.

 

Las piscifactorías de una sola especie disponen de equipo e instalaciones especializadas. Aunque pueden producir un número considerable de pececillos de la especie de que se ocupan, sus operaciones se limitan generalmente a una temporada breve. Las piscifactorías de una sola especie se dedican en general a producir pececillos para repoblar aguas naturales y mantener o restaurar sus poblaciones naturales.

 

5.4 Instalaciones provisionales

 

Para que las operaciones de propagación comercial de peces procedan satisfactoriamente es preciso disponer de instalaciones y equipo estables y de buenas herramientas de trabajo. Sin embargo, durante la fase inicial de un proyecto o en las actividades experimentales que puede ser necesario realizar para convencer a un organismo patrocinador de la viabilidad del proyecto y moverlo a facilitar fondos, es aconsejable utilizar medios provisionales.

 

Los resultados pueden ser sólo parcialmente satisfactorios, pero pueden servir para indicar que el proyecto propuesto es viable. Aún en el caso de que los resultados fueran satisfactorios, no sería aconsejable continuar trabajando con medios provisionales por tiempo indefinido. En los párrafos que siguen se describen brevemente algunos de esos medios provisionales.

 

Los reproductores que se necesitan para la propagación pueden recogerse cada vez que se necesitan y

transportarse a la piscifactoría. Si no se dispone de un estanque de almacenamiento, pueden mantenerse por algún tiempo en cajas de paño de red cubiertos (hapas) o procederse inmediatamente a la hipofisación. Los peces cuyo desove se ha inducido pueden conservarse en bañeras o tinas, si se dispone de agua corriente bien oxigenada. El agua procedente de traídas urbanas puede contener cloro y es preciso, por tanto, declorarla antes.

 

Algunos peces ovulan y desovan en cajas de paño de red de malla fina (hapas) instaladas en los estanques sobre estacas, de ser posible cerca de la zona por donde entra el agua. Estos hapas, que miden 2 × 1 × 1 m (para los peces menores) ó 3,5 × 1,5 × 1,0 m (para peces mayores) se han utilizado con éxito para el desove inducido de carpas herbívoras, carpas indias y carpas comunes. Los peces que necesitan mucho oxígeno pueden no desovar en los hapas, por deficiencia de oxígeno.

 

También pueden instalarse incubadoras provisionales con agua corriente, como se indica en la Figura 61. Las incubadoras pueden hacerse con lámina de plástico, embudos de lámina de plástico sostenidos con malla de alambre galvanizado, arcilla, etc. Las larvas pueden criarse en cajas con paredes de malla muy fina (hapas), con agua corriente o sin ella.

 

Los alevines pueden criarse en cajas de paño de red de malla fina instaladas en un estanque de producción. En una piscifactoría provisional, la densidad de los huevos en las incubadoras y de los alevines en las cajas de alevinaje ha de ser menor de la recomendada de ordinario para instalaciones estables.

 

5.5 Equipo y herramientas de trabajo necesarias

 

Para facilitar el funcionamiento regular e ininterrumpido de la piscifactoría es preciso tener a mano todo el equipo básico y las herramientas de trabajo que son necesarias. Mucho de ese material no se encuentra en el mercado y ha de hacerse a petición del cliente, según las necesidades de la piscifactoría. Sea como sea, es preciso tener todo el material necesario a mano antes de que comience la temporada de reproducción.

 

Una lista detallada del equipo y las herramientas necesarios para las varias dependencias y fases de trabajo de una piscifactoría puede verse en el Apéndice I.

 

5.6 Fabricación del equipo y las herramientas de trabajo

 

5.6.1 Equipo y herramientas de fabricación doméstica

 

En los países a los que no ha llegado aún la piscicultura moderna, muchas de las herramientas y del equipo necesario para la propagación de los peces pueden ser imposibles de encontrar. Por ello, los piscicultores de esos países no tienen más remedio que fabricarlos ellos mismos. De todas formas, pueden utilizarse varios productos industriales de uso general, con pequeñas modificaciones o incluso sin ninguna, como, por ejemplo, productos de plástico, cuencos, bandejas, cubos, lavabos, contenedores, botellas, láminas de metal, tuberías, tubos, paños de red, etc.

 

El principal problema puede ser encontrar tela de cedazo de ojo muy fino, tan necesaria en una piscifactoría. Este material se produce sobre todo para los tamices que emplea la industria molinera y es preciso comprar la cantidad suficiente para fabricar los aparatos necesarios y para repararlos. Uno de los aparatos necesarios es, por ejemplo, una red planctónica, para la cual se necesita malla de 60–100 micras (0,06–0,1 mm). La forma de fabricar una red planctónica puede verse en la Figura 62.

 

De igual modo, las incubadoras de inmersión y los embudos, cajas, etc., para la cría de larvas pueden fabricarse utilizando tela de cedazo de 300–400 micras (0,3–0,4 mm). Cuando las larvas son muy pequeñas (menos de 5 mm) puede utilizarse malla de 200–250 micras (0,2–0,25 mm), mientras para las larvas mayores (más de 1 cm) se emplea malla de 600–800 micras Los salabres redondos y en forma de pala empleados para recoger los huevos flotantes y semiflotantes pueden fabricarse también con tela de cedazo de 600–800 micras, como se indica en las Figuras 63 y 64, respectivamente.

 

Para capturar los alevines y jaramugos ya desarrollados se utilizan salabres redondos y en forma de pala hechos con malla resistente de 1,0–2,0 mm. A veces se utilizan para ese fin redes mosquiteras.

 

Los filtros o rejillas para las bocas de entrada y salida del agua en los tanques y acuarios se hacen con tela metálica, tela de cedazo y tubos de plástico (Figura 65a).

 

Las rastras utilizadas para reducir el número de alevines y jaramugos de un estanque o capturarlos en las fosas de recolección pueden hacerse con redes mosquiteras de material sintético o materiales especiales de malla fina (0,2–0,5 cm, según la talla de los peces) (Figura 65b). Si la malla es demasiado fina, no podrá arrastrarse la red rápidamente. Si es demasiado grande respecto de la talla de los peces, muchos de ellos quedarán enganchados y resultarán heridos o muertos y algunos podrían incluso escapar.

 

Antes de fabricar las redes mencionadas siguiendo las instrucciones que se dan en las figuras, conviene, para evitar desperdiciar material, preparar modelos de papel.

 

Muchas de las piezas que se utilizan en una piscifactoría necesitan una armadura de varilla de hierro. Pueden utilizarse perfectamente varillas de las que se emplean para armar el hormigón. Para los salabres menores, la armadura puede hacerse con varillas de 6–8 mm, mientras para los salabres mayores se emplean varillas de 10 mm.

 

Las anillas para las incubadoras y los receptáculos de cría de larvas se preparan con alambre de acero o de hierro anticorrosivo de 3–4 mm de diámetro.

 

Para las costuras de los embudos utilizados en las incubadoras y en los recipientes de cría de larvas lo mejor es utilizar hilo sintético. Si no es posible, puede emplearse hilo fuerte de algodón.

 

También se utiliza hilo fuerte de algodón para suturar las hembras de carpa común e impedir que se esparzan los huevos maduros.

 

En la Figura 66 puede verse cómo se montan distintos tipos de colectores de semen.

 

5.6.2 Preparación de un distribuidor de oxígeno o aire comprimido

 

El empleo de bombonas de oxígeno a presión para sustituir el oxígeno disuelto que los peces consumen resulta eficaz si las burbujas que atraviesan la columna de agua tienen las dimensiones adecuadas. Las burbujas pequeñas tienen una superficie relativamente mayor, lo que facilita la absorción del oxígeno en el agua. Además, su velocidad de ascenso es menor que la de las burbujas mayores, por lo que el tiempo disponible para la absorción del oxígeno es mayor.

 

Para una buena distribución del oxígeno pueden emplearse estructuras de grafito o láminas de metal de poros diminutos construidas especialmente. Un anillo sencillo para la distribución de oxígeno puede construirse fácilmente en la piscifactoría misma (Figura 67).

 

Se utiliza para ello un tubo de plástico o goma de 1 cm (1⁄2 in) de diámetro, con el que se forma un anillo o una elipse sirviéndose de un tubo de metal en forma de T o Y. A continuación se toma una aguja y se aguza con una piedra fina de amolar. Luego se hacen con la aguja una serie de agujeros a lo largo del anillo, a distancia de 1 cm aproximadamente. Los agujeros deben ser muy finos, para que el oxígeno pase por ellos a presión. Para hacer llegar el oxígeno desde la bombona hasta el distribuidor (anillo) se emplea un tubo de plástico o goma apto para uso con gases a presión. El distribuidor ha de lastrarse con un anillo metálico de las mismas dimensiones, para que permanezca en el fondo del recipiente.

 

5.7 Personal necesario

 

El trabajo de la piscifactoría es delicado y exige diligencia, atención, puntualidad, exactitud y habilidad. La vigilancia ha de ser continua, para evitar riesgos a los reproductores, los huevos y los pececillos en sus distintas fases.

Durante la temporada de propagación, el personal de la piscifactoría tiene que trabajar 8–10 h al día.

 

Para separar y transportar los reproductores se requieren de tres a cuatro personas. Para la hipofisación se necesitan tres personas: una para sujetar al pez durante la inyección, otra para administrarla y la tercera para traer al pez desde el tanque a la mesa de inyección y llevarlo luego al tanque de espera. Para recoger los huevos en los tanques de espera o pasarlos de los colectores a las incubadoras hacen falta al menos dos personas. Tres o cuatro son necesarias para el desove artificial de las hembras y para recoger al mismo tiempo el semen de los machos.

 

Mientras una persona sujeta la hembra y procede al desove artificial, la segunda limpia el pez y se encarga del cuenco de los huevos, la tercera prepara el pez siguiente para el desove y la cuarta se ocupa de colectar el semen.

 

Para manipular los huevos (fertilización, lavado, eliminación de la capa adhesiva, etc.) de 5–6 hembras se necesitan cuatro personas, a razón de una persona por cada 2 1 de huevos secos. Dos personas pueden encargarse de los demás trabajos, como manipulación y tratamiento de los huevos y las larvas, alimentación de los alevines, transporte de los pececillos y limpieza y desinfección del equipo, los instrumentos y los tanques.

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Figura 61. Piscifactoría provisional instalada cerca de un estanque o embalse

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Figura 62. Fabricación de una red planctónica para las operaciones de cultivo en estanques

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Figura 63. Fabricación de un salabre redondo

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Figura 64. Fabricación de un salabre en forma de pala

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Figura 65a. Filtros para tomas de agua y desagües

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Figura 65b. Fabricación de una rastra pequeña para alevines y jaramugos

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Figura 66. Colectores de semen

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Figura 67. Empleo de oxígeno para el transporte de peces

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